Clasificada científicamente como Rosmarinus officinalis, esta planta aromática, originaria del Mediterráneo y el Cáucaso, se ha convertido en un ingrediente clave en la preparación de platos tradicionales y guisos, y su uso se ha extendido por todo el mundo, tanto en la cocina como en la medicina natural.
El romero, con sus hojas finas y punzantes, es fácilmente reconocible y se ha ganado una reputación impresionante en el cuidado capilar. Se le atribuyen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que combaten el envejecimiento. Además, diversos estudios resaltan su poder antibacteriano y antimicrobiano.
En el ámbito del cuidado capilar, el romero destaca por su capacidad para estimular la circulación sanguínea en los folículos pilosos, lo que garantiza una nutrición adecuada del cuero cabelludo. Por esta razón, se ha convertido en un ingrediente estrella en numerosos productos de alta gama para el cabello y ha sido elogiado en estudios dermatológicos por su capacidad para acelerar el crecimiento del cabello, regular el exceso de sebo y controlar la alopecia.
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